EDICION 120 DE AGOSTO 2009

A NUESTROS LECTORES
El 29 de junio, un día después de las últimas elecciones, el periodista Osvaldo Bazán, escribió en Crítica su columna de opinión con el título “El voto en blanco que habla”:

El voto en blanco ganó con un 80 por ciento de los (no) votos en un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Lezama, partido de Chascomús, menos de seis mil habitantes en la cuadrícula con la plaza, la iglesia, la delegación comunal, la policía, el bar. Menos de seis mil habitantes en un pueblo en el que, como en ningún otro lugar del país, el Frente para la Victoria, el peronismo disidente, la Coalición Cívica y la UCR se pusieron de acuerdo. Todos pidieron a los ciudadanos que no voten por concejales ni consejeros escolares. Como los lezameños están cansados de pedir su autonomía y no quieren, dicen, seguir eligiendo dirigentes a los que ni conocen y que no pisan las calles del pueblo – Chascomús está a 40 km de Lezama-, decidieron usar las urnas de manera original: la ciudad, casi seis mil habitantes en la pampa bonaerense, se llenó de afiches con la consigna: ‘el 28 de junio cortamos y votamos en blanco a n ivel municipal’. El voto en blanco de los lezameños dice mucho. Sólo dos de los concejales de Chascomús son de Lezama. Y ellos también apoyaron la campaña.
La intendenta de Chascomús, Liliana Denot de la UCR, está indignada: “Muchos años nos costó recuperar la democracia para promover ahora esta conducta ciudadana. No comparto el proyecto de autonomía, es inviable” dijo.
¿El voto en blanco no es un voto? A pesar de que haya sido borrado de los cómputos finales, a pesar de que los partidos se los hayan apropiado, los votos en blanco dicen mucho. En democracia, no votar es también votar. Tendrán que hacerse cargo
”.

Cualquier semejanza con la realidad quiroguense NO es casualidad. En nuestro pueblo también deberíamos ponernos de acuerdo para no votar concejales que ni conocen el pueblo ni pisan sus calles.
EL DIRECTOR

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